Add parallel Print Page Options

El sumo sacerdote ofrece sacrificios por los pecados de la gente, pero como él también tiene debilidades, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados. Es un honor ser un sumo sacerdote, pero nadie elige por sí mismo este trabajo, sino que tiene que ser llamado por Dios, tal como fue llamado Aarón. (A)Lo mismo sucede con Cristo: no fue él, sino Dios, quien le dio el honor de ser sumo sacerdote. Dios le dijo:

«Tú eres mi Hijo;
    hoy me he convertido en tu Padre»[a].[b]

Read full chapter

Footnotes

  1. 5:5 hoy […] tu Padre Textualmente hoy te engendré.
  2. 5:5 Cita de Sal 2:7.